lunes, 4 de abril de 2011

Capítulo 7.

Llegamos al aeropuerto, nos despedimos de nuestros padres y de Andrea. Cuando estábamos apunto de entrar al avión, vi como Carlos venía corriendo. Me quedé a cuadros. ¿Como se atrevía a venir a despedirse? No lo entendía. Se acercó a mi, intentó darme un beso y le di una bofetada. Se quedó mirándome con cara de asombro, no sabía lo que pasaba.
Carlos: ¿Por qué has hecho eso?
Yo: Yo, realmente flipo contigo. ¿Como te atreves a venir, como si nada hubiera pasado? Has matado a mi hermana, lo sabes, ¿no?
No sé por qué te lo pregunto, después de todo.. Fuiste tú el que me lo dijo. ¿O no te acuerdas, Carlos?-
Carlos se quedó mirando a la nada, no sabía que decir.
Yo: Vas borracho, ¿verdad?
Carlos: Eh.. Solo he bebido un poco. Lo necesitaba, ¿sabes el remoridmiento que llevo dentro? Estoy seguro de que no lo sabes, no sabes lo que es atropellar a la hermana de tu novia.
No fue mi culpa. De verdad..
Yo: ¡Y tú no sabes lo que es que tu novio haya atropellado a tu hermana! Claro que fue tu culpa, ¡ibas a más de 130 km/h!
¿Eso tú lo ves normal? Me das pena, Carlos. No entiendo como pude salir contigo.
Carlos: ¿Es que ya no salimos?
Laura le miró con cara de odio.
Yo: ¿Como te atreves a preguntar eso? ¿Estás bien? ¡Que has matado a mi hermana!-Rompí a llorar- ¿Como iba a seguir contigo?.
Laura: Vámonos, darling.. El avión va a salir dentro de cinco minutos..-
Carlos nos miraba con cara de pena. Lo odiaba, lo odiaba.
Me senté, cogí mi mp4 y puse música para tranquilizarme.
Lo necesitaba, no podía creer que Carlos me hubiese preguntado si no seguíamos juntos..
"El hermano pequeño al que quiero y extraño.." (El canto del loco)
Me sentía tan identificada con sus canciones, empecé a llorar en silencio.
Laura intentó abrazarme, pero le rechacé su abrazo.
No me apetecía estar abrazada a nadie. Me recordaba momentos con Carlos.
Saqué una foto que había cogido del álbum de Laura.
La foto que salíamos Sara y yo. Besé la foto y dije un pequeño
"te quiero, enana." La echaba tanto de menos..
Su sonrisa, sus ojos, su pelo rubio. Era perfecta. La amaba.
Aún no entiendo por qué se fue y me dejó sola.
Me quedé dormida, y cuando desperté estábamos apunto de llegar a Ibiza.
Laura: Va Paula, ¡que ya hemos llegado! -Se le veía en los ojos lo feliz que estaba. Siempre habíamos querido ir a Ibiza, era nuestro sueño. - ¡Que nerviooooos! Espero que el hotel no sea un mierda.
Yo: Como el de Sierra Nevada, ¿te acuerdas? ¡jajaja! -a Laura se le quedaron los ojos como platos.
Laura: Es la primera vez que te veo reir desde.. Mejor déjalo.
¡SESIÓN DE FOTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!
Yo: Te quiero, Laura, te quiero. Intentas hacerme feliz con cada tontería, me haces reir en mis momentos tristes. Dios, realmente especial.
Laura: Tú si que eres especial. ¡Te mereces esto y más!
Vamos, vamos, ¡vamoooooooos!
Cogimos las maletas y pedimos un taxi. Nos llevó hasta el hotel.
Era grandíííííísimo. Sin duda mejor que el de Sierra Nevada.
Se me escapó una sonrisa, y se me borró cuando vi a una niña exáctamente igual que ella, igual que Sara. Esta vez no lloré, tenía que ser fuerte. ¿Había viajado a Ibiza para eso? No, claro que no. Me reí al ver a Laura con cara de tonta mirando un cuadro gigante que había en recepción.
Fuimos corriendo a la habitación que nos habían dado, era una suite. La única habitación que quedaba. No nos importó porque teníamos bastante dinero, llevábamos desde los doce años ahorrando. Fuimos a la playa, nos tocaba sesión de fotos.
Eso le hacía feliz a Laura y si ella estaba feliz yo también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario