lunes, 4 de abril de 2011

Capítulo 18.


Terminamos en una fiesta, la mejor de todas.
No recuerdo muy bien lo que pasó, a lo mejor fue la mejor porque él estaba conmigo. Él, la persona que me había hecho feliz después de todo.
Abrí los ojos y ahí estaba él durmiendo. Me levanté y fui al salón.
No podía ser cierto. ¿Otra vez?
Leo: Lo siento. He intentado echarlo, pero no he podido...
Yo: No pasa nada, Leo. Déjanos solos. -Leo se levantó del sofá y entró en su habitación.- Pensaba que ya estarías en la cárcel. ¿Sabías que te están buscando? -
Carlos estaba nervioso.
Carlos: No quiero ir a la cárcel. Sabes que fue sin querer.
Yo: No sigas. Para. ¡Has matado a mi hermana, joder! Tienes que volver, no quiero verte más. Aunque si no vuelves tú solo, vendrán a por ti.
Carlos: ¿Quien?
Yo: ¿Me lo preguntas a mi? Lo deberías de saber. Eres tú el que se escapó. Joder, no sé por qué estoy hablando contigo.
Carlos: Porque aún me quieres.-
Levanté la mano y la estampé contra su cara. Fuerte, muy fuerte.
Entonces Aitor salió de la habitación.
Aitor: ¿Qué haces tú aquí? ¿No te das cuenta de que le haces daño? No sabes lo que ha sufrido por tu culpa. Vete, y no vuelvas. Ojalá estés toda tu puta vida en la cárcel.- Carlos asintió llorando, se dirigió a la puerta y se fue. Yo seguía llorando. - Tranquila, Paula. Ya se ha ido. Y te juro que como vuelva a poner un pie aquí lo reviento. ¿Por qué le has abierto la puerta?
Yo: Le ha abierto Leo. Lo ha intentado echar pero no ha podido...
- Le miré a los ojos.- Me quiero ir contigo.
Aitor: ¿En serio?
Yo: No he dicho una cosa más en serio en mi vida. Me quiero ir contigo ya, por favor. -dije llorando.- ¿Nos vamos hoy?
Aitor: Claro. Se lo diré a Leo.
Yo: ¿Leo no vive contigo?
Aitor: No, él vive con sus padres. Ya te dije que vivía solo. ¿Lo saben tus padres?
Yo: Puf, no se lo he dicho aún. Pero da lo mismo.
A las seis de la tarde ya estábamos en el avión.
Aitor: ¿Y Laura?
Yo: ¿Laura? ¿Me preguntas por Laura? Me he llevado todo el dinero que teníamos. Que se busque la vida para volver a su casa. No tendrá ni para el hotel. Que se haga puta, que se le da bien.-
Aitor soltó una carcajada, y luego me besó.
Cogí mis auriculares y me dormí.
Nueve o diez horas. No sé cuántas horas estuve en ese avión.
Lo importante es que estaba con él, con Aitor.
No sabía adonde iba, Barcelona, Madrid, Valencia .. qué más da.
Aitor: Paula, ya hemos llegado. -Al fondo, en lo último de la ciudad se veía la torre eiffel. Empecé a llorar. El sueño con Sara, París. No podía ser verdad. - ¿Por qué lloras? ¿No te gusta París? Aquí está mi casa...
Yo: No es eso, Aitor... Es que el sueño que tuve el otro día, también salía Sara.
Aitor: Si quieres me compro otra casa en Madrid. -Dijo riéndose.-
Yo: No, tranquilo. Me gusta, ¿la ciudad del amor?, es bonita. -Y le sonreí.
Ese sueño que me ha perseguido cada noche. Sara se quedaba mirándome desilusionada, triste. Será la forma de decirme que Sara nunca más estará conmigo.
No, no, no, no, no, no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario