lunes, 4 de abril de 2011

Capítulo 15.


Abrí los ojos y ahí estaba él. Mirándome con una pequeña sonrisa en la cara.
Yo: No me mires así, que me intimidas.
Aitor: Entonces, ¿como te puedo mirar? Si te miro tengo que sonreír, eres preciosa.
Yo: Osea, ¿ te ríes de mí por ser "preciosa"?
Aitor: No voy a contestar a eso. ¿Cogemos el barco y nos perdemos por el mar?
Yo: No me acordaba del barco .. Vale, vamos a perdernos.-
Le cogí la mano y fuimos hasta el puerto. El barco no estaba.
Aitor: Mierda, se nos han adelantado.
Yo: Que zorra. ¿Ahora qué hacemos?-
Silencio y más silencio. [...]
Aitor: Al final te vienes conmigo, ¿no?
Yo: ¿A tu casa?
Aitor: Sí.
Yo: Por mi encantada, pero tendré que avisar a mis padres.
Aitor: Cuanto antes mejor.
Fuimos a una heladería, y me compré un granizado de limón.
Luego estuvimos un rato por la playa, y por la noche fuimos a una fiesta. Estuvo bien hasta que aparecieron Carlos, Laura y Leo.
"¿Qué coño hace Leo con esos dos? . Se arrepentirá. Seguro que Laura ya se lo ha follado otra vez. Pobre Leo, no sabe lo que hace, ni con quién está. Con una zorra. Creo que tendría que contarle lo que me hizo .. Me lo ha preguntado varias veces, pero no se lo he contado. "
Aitor: ¿En qué piensas?
Yo: En que debería hablar con Leo.
Aitor: ¿De qué?
Yo: De su novia. De la zorra que se lía con cualquier tío. Tú no te acerques a ella, ¡eh!
Aitor: Tranquila. No iré con ella.-
Le sonreí. Me acerqué a Leo y le cogí del brazo. Estaba fuerte, bastante ..
Leo: ¿Qué pasa? .. Tu amigo Carlos es un "crack"
Yo: Ya, claro. A eso he venido, a hablarte de esos dos. De la zorra y del gilipollas.
Leo: Eh, eh. Relájate un poco, creo que te está afectando un poco el alcohol.
Yo: No he bebido.
Leo: Pues nada. ¿Qué quieres contarme?
Yo: Cuando yo salía con Carlos, Laura se lió con él.
Leo: Eso te lo has inventado.
Yo: ¡Si me lo contó ella!. Le pregunté que por qué me obligaba a olvidar a mi hermana y me dijo eso. Que Carlos le había dicho que me dijera eso. Porque o sino me contaba lo que pasó entre ellos. Pero Laura se adelantó y me lo contó todo.-
No decía nada, estaba decepcionado, triste. Sentí que debía abrazarlo, y así lo hice.
Leo: ¿Es verdad lo que me has dicho?
Yo: Tan verdad como que yo ya no me hablo con esa zorra, no la voy a perdonar en mi vida. -
Leo se dio la vuelta.
Laura: ¿Qué hacías con ella? -Vi como se levantaba de un salto de la silla.- ¡¿Qué te ha contado?!
Leo: Que eres una zorra.
Laura: ¿En serio? - Me miró.- ¡¿Pero como puedes ser tan puta?!
Yo: Siendo como tú, "darling".
Laura: ¿Te vas a creer lo que te diga ella?
Leo: Sí.
Laura: Eres una zorra, ¿por qué te inventas tantas cosas? No me esperaba esto de ti.
Yo: ¿Perdona? ¿Que me lo he inventado? Pégate un tiro, nena.
- Me giré y miré a Carlos- ¿Te la has follado o no?
No respondía. Silencio, y más silencio. Laura estaba nerviosa, sabía la respuesta y no quería perder a Leo.
Laura: No te lo creas, Leo, por favor ..
Leo: Creo que mejor me voy. No me va eso de liarme con zorras.-
Me guiñó un ojo, y me cogió de la mano. Aitor miraba a Leo con celos. Así que le solté la mano a Leo y besé a Aitor.
Leo: Espero que lo que me has dicho sea verdad, Paulita.
Aitor: Tranquilo, es verdad. Por cierto, tenías tú antes el barco, ¿no?
Leo: Sí, lo cogí para dar una vuelta con Carlos y Laura ..-
Estaba enfadado. No me gustaba verlo así, me daba miedo. A lo mejor no tendría que habérselo dicho. Pero Laura se lo merecía, no puede tener a Leo, y cuando él se descuidara, Laura se folle a Carlos.
Nos fuimos al hotel sobre las cuatro de la madrugada.
Entré a la habitación, me quité la ropa y me puse una camiseta grande de Aitor que había en el armario. Me tumbé en la cama, y noté como alguien se metía entre las sábanas. Supuse que era Aitor. Me pasaba la mano por la barriga hasta llegar a los pechos. No quería que parara, así que me dejé llevar. Me besó el cuello.
Luego me dio un beso super dulce en la boca y terminamos haciendo lo que quería, lo que queríamos.
"Lo mejor que me había pasado en la vida, él. Lo amaba tanto ..
Esta frase me sonaba de algo. Sí, eso mismo le dije a Laura.
Que la quería, que era lo mejor que me había pasado en la vida.
Ahora me doy cuenta lo equivocada que estaba. ¿Como pude estar tan ciega? Seguro que Helena hubiera sido mejor amiga que Laura. Siempre me había llevado bien con Helena, hasta que Laura se inventó no sé qué cosa de ella, tenía celos de que me llevara tan bien con ella, creo. Desde ese día no volví a hablar con Helena. Seguro que era mentira, Laura es una falsa.
Recuerdo que pasé un fin de semana en su apartamento. Qué bien me lo pase. Era muy simpática, y me hacía reír por todo. Ay, la echo de menos. A lo mejor debo llamarla para pedirle perdón. Para volver a ser amigas." Pensé. No me apetecía dormir, pero eran casi las seis de la mañana. Decidí no dormir.
Me levanté y fui al salón a ver un rato la tele.
Y allí estaba Leo, llorando. Joder, me sentía fatal por él. Pero tenía que decírselo. Choqué con una mesa, entonces Leo se giró y me vio. Se llevó las manos a los ojos intentando disimular que no lloraba.
Leo: ¿Qué haces aquí? Pensaba que aún seguíais con lo vuestro. - Me guiñó el ojo y se rió.-
"Mierda, nos ha oído" Me entró la risa, no podía parar. Siempre había vivido con el miedo de que me escucharan. Leo se reía conmigo, me tumbé en el sofá y seguí riéndome.
Yo: Y, ¿cuánto tiempo llevas aquí?
Leo: Desde antes del orgasmo. -Empezó a reírse más y más fuerte.
Yo: Dios, que vergüenza. - Me sonrojé, pero seguí riéndome con él. - Bueno, ¿me perdonas?
Leo: Si no me importa, podéis hacerlo todas las veces que queráis.
Yo: No, tonto, eso no era. Además no necesito tu permiso para eso. Digo que si me perdonas por haberte contado lo de Laura ...
Leo: No te tengo que perdonar nada. Te tengo que dar las gracias. Podría haber seguido haciendo el tonto con Laura. [...]
¿Tú crees que..?-
Le interrumpí.
Yo: Sí, lo más seguro es que ya se hayan liado. Pero da igual, hay miles de tías que quieren estar contigo. No pierdas el tiempo con esa zorra. -Le sonreí. Luego él me abrazó.
Leo: Gracias, Paula.

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