lunes, 4 de abril de 2011

Capítulo 25, #2 .

Yo: ¡Te lo dije! ¡Quien sabe lo que le han hecho! Y todo por mi culpa, ya lo dice la canción; "I hope you know that this is all your fault"
Chico: No creo que le haya pasado nada, seguro que es una chica fuerte. Pero no entiendo por qué dices que es todo tu culpa.
Yo: ¡Porque sí! Porque no debí dejarla sola, sin dinero, sin móvil ..
¡Joder! Soy la peor persona del mundo.
Aitor: Tranquila, Paula, que seguro que estará bien. No te preocupes.-
Lo dijo dudoso, con la cara tensa, y los ojos llenos de miedo, como los míos. Estuvimos preguntando en más de veinte tiendas cercanas, y todos nos decían lo mismo, <<No la he visto por aquí nunca>> o <<La vi por aquí ayer con un chico, llevaba millones de tatuajes por los brazos y dos piercings uno en la nariz y el otro en la ceja. >> Estaba cada vez más asustada, se me pasaron miles de cosas que le podría haber hecho el chico a Laura. No sabía que hacer. Entré en la última tienda que había cerca del puerto.
Yo: ¿Ha visto por aquí a esta chica? - Le enseñé una foto de Laura. Se quedó mirándola unos segundos, segundos que parecían horas.
Chica: La he visto, la he visto varias veces por aquí. Bueno, por aquí no, porque yo a esa gente no la dejo entrar en mi tienda.
Yo: ¿A esa gente? ¿Qué quiere decir?
Chica: Pues que esa gente no es de fiar, en cualquier momento te roban.
Yo: Ella nunca haría eso.
Chica: ¿La conoces? ¡Eres uno de ellos! ¡Y tú también! -Dijo señalando a Aitor.- ¡Fuera de aquí ahora mismo o llamaré a la policía! ¡Fuera de mi tienda!
Aitor: Tranquilícese, señora. No le vamos a hacer nada, no somos unos de "ellos".
Chica: Puede ser, no lleváis el mismo ropaje que ellos.
Yo: ¿Me vas a decir quienes son "ellos"? ¿Por qué le tiene tanto miedo?
Chica: Porque son malos, muy malos. ¿Ha visto las pintas que llevan? No lo creo. En todo caso la chica no parecía mala, era él el malo. Ese chico tiene drogas y las vende hasta a los menores. Le llaman "Campoy" o eso creo ..
Se me vino el mundo encima, ¡drogas! ¿quien lo iba a pensar? Laura, drogas, el chico, .. Me quería morir, y ahora me arrepiento de haber deseado eso.
Yo: ¿Y no sabe donde puede estar la chica?
Chica: Claro, en un local abandonado, cerca del puerto. -
Abrí la puerta y salí corriendo. Miré a un lado, al otro, nada. No había ningún local. "Me habrá mentido la vieja" Lancé una botella de cerveza que había al lado de una ventana. Giré la cabeza y miré fijamente la ventana. Estaba sucia, tenía un montón de polvo, o a lo mejor era otra cosa. Limpié un poco el cristal y apoyé la cabeza contra la ventana.
Un chico, con tatuajes por los dos brazos y los piercings. Con el pelo rapado y un poco de pelo por detrás. Pegó un golpe en la ventana, sería una señal de "vete de aquí zorra" o algo así.
Pero bueno, no me fui. Encontré la puerta del local y entré.
Estaba allí, sentada en una silla y enfrente de una mesa, metiéndose no sé qué cosa.
Campoy: ¿Tú qué quieres? ¡No haces más que mirar por la puta ventana!
Yo: Yo .. eh .. -Me aclaro la garganta y sigo. - Vengo a hablar con Laura.-
Campoy: ¿Quien coño es esa? ¡Aquí no hay ninguna Laura!
Suspiro con rabia.
Yo: ¿Como que no? -Señalo a "Laura" - ¿Y ella como se llama entonces?
Campoy: Esa guarra se llama Lya.
Yo: Bueno, pues Lya, quiero hablar con Lya.
Laura se levanta de la silla, se coge el pelo con una mano y se lo echa para atrás. Tenía los ojos rojos, con ojeras y el pelo sucio, tal y como me la habían descrito.
Laura: Anda, si ha venido una zorra a visitarme. ¿Te empezaba a remorder la conciencia? ¿Por qué has vuelto? Se supone que me odias, ¿no, Paula? Ya te puedes ir por donde has venido, vete con tu novio pijo y su casa en parís, que no necesito la ayuda de nadie.
Campoy: ¿La conoces? ¿Quien es y qué quiere?
Me miraba de arriba abajo, poco discreto, se quedó un rato mirándome el escote, o es creo. Aitor se dio cuenta, se acercó a "Campoy" le cogió del brazo, dispuesto a pegarle un puñetazo en la cara, pero de repente otro chico salió de la oscuridad. No sé cuánto tiempo llevaba ahí, pero me asusté, era alto, fuerte, y más o menos con los mismos tatuajes de "Campoy"
Se acercó a Aitor y lo apartó de un empujón, se tropezó con una silla y se cayó al suelo.
Laura: Vale, ya está bien Enrique, no tenías por qué haberlo empujado. Creo que Campoy se sabe defender él solo. Después de todo, ha sido su culpa, no tendría que haberla mirado. -Enrique se dio media vuelta y salió del local.- Ahora, Campoy, déjanos solas.
Campoy: Eres una zorra, a mi nadie me dice lo que tengo que hacer, ¿te queda claro o qué, Lya?
Laura: ¡Que te vayas! Y a mi tampoco me manda nadie, ¡yo no soy ningún juguete! Estoy harta de que me digas lo que tengo que hacer.
Campoy miró a Aitor unos segundos y después salió del local, como había echo antes Enrique.
Laura: Ahora dime, ¿a qué has venido? ¡Zorra de mierda!-
Se le saltaron las lágrimas, estaba roja, histérica, enfadada, daba miedo, mucho miedo. Al fin y al cabo, iba drogada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario