lunes, 4 de abril de 2011

Capítulo 29.

Volví al hotel, entré sin decir nada y me encerré en la habitación.
Me tiré en la cama, miré al techo, cerré los ojos. Y otra vez ese sueño. Creo que lo echaba de menos, al sueño o a Sara, ya no sé ni lo que quiero. Quiero ir a casa, pero quiero estar con Aitor. Quiero estar con Laura, pero la odio. Sin embargo, pudiendo estar con esas personas, prefiero mil veces más estar con Sara, se trata de querer y poder, no de "querer y no poder". Es fácil escucharlo, decirlo, pero ¿lo habéis intentado? ¿habéis intentado olvidar a alguien que nunca volverá a estar contigo? No, ¿verdad? Pues no me juzguéis.
Aitor: ¿Vas a cenar? - Me lo dijo serio, enfadado, triste, decepcionado.
Yo: No, no ten .. - Y antes de terminar mi excusa, cerró la puerta de un portazo. Sí, estaba enfadado.Enchufé la tele, "Gossip Girl". Ya me había viciado a esa estúpida serie. Me quedé dormida, creo que no duré ni media hora. De repente escuché un ruido. Me sobresalté, estaba lloviendo, hacia un viento "de miedo". Y la ventana se había abierto, las cortinas se movían suspendidas en el aire. Me asomé por la ventana y miré el reloj de una farmacia. Las tres y cuarto de la noche. "Genial, ahora no podré dormir más .." Cogí un paraguas, y salí del hotel. La lluvia caía cada vez más fuerte, pero a quién le importaba eso. Tenía cosas más importantes en las que pensar. Caminaba pisando charcos, el agua salpicaba mis zapatos. No sé como, ni por qué, pero acabé en aquél local, el local de Lya, porque para mi Laura ya no existe, Laura había muerto para mi. Y allí estaban, Campoy, Enrique, Lya, y no sé quienes más. Tenían la música a tope, reían sin parar, los ojos los tenían totalmente rojos, lo más seguro es que no llevaran solo alcohol en ese vaso. Su órganos se están estropeando, a cada trago que le echaban a ese vaso, su muerte estaba más y más cerca. Me quedé pensando en los momentos que había vivido con la Laura que yo conocía y que ahora no sé donde está ni quién es. Alguien dio un golpe en la ventana, una chica con pintas de puta. El pelo negro, los ojos pintadísimamente pintados, los labios color rojo pasión, una falda, o quizá deba decir minifalda, una camiseta que enseñaba el escote y un collar en el cuello, apretado, como si fuera un collar de perro. De repente todos me estaban mirando, esos ojos rojos me miraban a mi, y solamente a mi. Me giré con la intención de irme de aquél local, pero cuando me giré ahí estaban. ¿Como era posible? Si apenas les había dado tiempo a salir ..
Lya: ¿No te había dicho que no volvieras por aquí?
Chicadelpelonegro: ¿Quien es esta chica pija, Lya? Si se ha metido contigo alguna vez, te juro que no respondo, ¡eh! -
Estaba totalmente nerviosa, tenía ganas de llorar, pero no podía delante de tanta gente. No podía hablar, me quedé en blanco.
La chica del pelo negro arrojó su botella de cerveza al suelo y, ..

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