lunes, 4 de abril de 2011

Capítulo 1.


Dos de mayo del 2010.
Querido diario, mi hermana de cinco años ha muerto.
Tenía cinco años, ¿por qué?
No lo entiendo, ¿por qué siempre se llevan a las personas
que más quieres y aprecias?
La esperaba como cada viernes en la puerta del "cole".
Salió y se abalanzó sobre mí llorando, sus amigas
se habían vuelto a enfadar con ella. Ella era la típica pringada
del grupo. Yo siempre le decía que eso no era así, que cuando
fuera mayor iba a ser la mejor, la más guapa.
La abracé fuertemente, no quería soltarla .. La quería tanto ..
No, no la quería. La quiero. La quiero porque ella sigue conmigo.
Después de unos minutos, mi hermana bajó sollozando.
Le acaricié el pelo, y le dije que iríamos a merendar en el Mccdonald's. Se puso muy contenta al oír mis palabras, hizo sacarme una pequeña sonrisa.
Estábamos a punto de llegar cuando la "examiga", por llamarle de algún modo, de mi hermana la llamó.
Yo le dejé ir, pues no estaba muy lejos de donde estábamos nosotras.
Se acercó a ella curiosa. Vi como Sara le abrazaba y su amiga le daba un beso en la mejilla, supongo que esa era su forma de perdonar. Aun que no sé muy bien que le tenía que perdonar ..
Mi hermana se acercó a mi corriendo de loca de alegría.
Cuando estaba apunto de cruzar al otro lado de la carretera, un
desgraciado pasó a toda velocidad y aplastó todo su pequeño cuerpo. Noté como mi mundo se deshacía en segundos, milésimas de segundos. No reaccionaba, había mucha gente a su alrededor y yo seguía paralizada al otro lado de la carretera.
Empezaron a caerme lágrimas, me acerqué a Sara.
Estaba allí, muerta, aplastada por un coche.
Veía sus ojos muertos mirando al cielo.
Su precioso pelo rubio lleno de sangre.
Todos me miraban, pero realmente no me importaba ..
"Tierra trágame" - pensé. Solo quería estar al lado de mi hermana. Cogí con cuidado su pequeña cabeza, la abracé fuertemente y no la solté hasta escuchar que se acercaba la ambulancia. Me asusté, estaba recordando cada segundo que había pasado con Sara durante solo 5 años. 5 años, no me lo podía creer. Fue todo culpa mía. No debí dejarla ir sola.
Debí acompañarla, ¿por qué no lo hice?
Supongo que no pensaba que iba a pasar eso, después de todo la calle no era muy larga y la podía pasar sin ningún problema.
No imaginé que aquél desgraciado iba a aparecer, atropellarla y después largarse sin más.
Mi móvil sonó, era mi madre.
¿Qué le iba a decir?
-Sara ha muerto, Sara se ha ido, Sara no va a volver. Sara era mi vida entera, mamá ha sido mi culpa. No debí dejarla sola.. Lo siento, ¡joder! -rompí a llorar, mi madre no contestaba [...]
re no contestaba ..

No hay comentarios:

Publicar un comentario